Proyecto
de vida

El Proyecto que Dios Padre nos da ha conocer es Jesucristo.

Para permanecer en Cristo y ser configurados con Él por el Espíritu,

deseamos ser:

  • HOMBRES DE ORACIÓN, de intensa vida litúrgica y sacramental, que vivamos en comunión con Cristo y en Él y por Él con el Padre. Como familia de Dios tenemos a la Virgen María como nuestra madre espiritual. En comunión con María y todos los santos deseamos aprovechar todos los medios que el Señor nos da para vivir en el Espíritu. 
 
  • HOMBRES DE LA PALABRA. El mismo Espíritu hace que la podamos entender, vivir y transmitir, siempre en comunión con toda la Iglesia y en fidelidad a su Tradición y Magisterio.
 
  • HOMBRES DE FRATERNIDAD, que deseamos relacionarnos en el amor, en la verdad, en la lealtad y en la rectitud. En Cristo somos hijos amados del Padre y verdaderos hermanos, participantes de un mismo Espíritu.
  • Nuestra fuerza nos viene de la Alianza con Dios y de unos con otros, de esta manera podemos perseverar en el proceso de conversión, abiertos al Espíritu Santo y a sus carismas, en una actitud de servicio y fraternidad, de tal modo que Jesús sea cada ves más el Señor de cada área de nuestra vida personal y comunitaria; así viviremos y promoveremos la cultura y la civilización del Amor.

 

  • Para vivir con fuerza nuestra vocación y misión se requiere que luchemos firmemente contra Satanás y contra las fuerzas del mal, revestidos de Cristo con las armas invencibles de Dios.

 

  • Somos hombres llamados a vivir en comunión con Dios y en comunión fraterna, centrados en la Palabra de Dios y fieles al Magisterio de la Iglesia.