Pertenecemos a la familia de la Cruz

Hermanas de la Vera Cruz Hijas de la Iglesia

La Espiritualidad de la Cruz
imita a Cristo - enseña a vivir

Todas las espiritualidades son una manera de vivir la vida cristiana y se distinguen entre sí por el aspecto del misterio del Señor que cada una acentúa en su seguimiento. Nace como una iniciativa amorosa de Dios para continuar su proyecto de salvación frente a las necesidades históricas del hombre.

La Espiritualidad de la Cruz contempla, vive y transmite a Jesús en su aspecto de Sacerdote y Víctima y se expresa en la siguiente formulación:

 

Por voluntad divina hemos sido llamados a participar por el bautismo del sacerdocio común de los fieles siguiendo a Cristo, Sacerdote y Victima, en su sacrificio por amor, enfatizando su fidelidad al Padre y su solidaridad salvífica con el hermano; y con María lo ofrecemos y nos ofrecemos con Él al Padre, sobre todo en la Eucaristía, para extender el Reinado del Espíritu Santo en la salvación de los hombres, la santificación de la Iglesia, especialmente la de los sacerdotes, y así reciba consuelo el corazón de Cristo para la gloria de Dios Padre.


El objetivo supremo que la Espiritualidad de la Cruz pretende alcanzar en todo el proceso de identificación con Cristo es: “educar al Cristiano para que se deje transformar en salvador con Cristo y pueda realizar la misión de Jesús”.


La Espiritualidad de la Cruz, como otras espiritualidades, tiene su lema, su grito de salvación, mediante el cual se anima para seguir a Jesús, ser fiel a su misión y cumplir con su compromiso de transformación en Jesús.

¡Jesús salvador de los hombres! ¡ sálvalos! ¡ sálvalos!

Cuando decimos “Espiritualidad de la Cruz” nos referimos a la espiritualidad que, por gracia de Dios, vivió y transmitió Concepción Cabrera. Tiene como centro el seguimiento de Jesucristo sacerdote y víctima, y está simbolizada en la Cruz del Apostolado. Esta espiritualidad no es para un grupo o una asociación; es para todo el Pueblo de Dios.

La Beata Conchita Cabrera de Armida tuvo la visión de la Cruz del Apostolado, emblema de las Obras de la Cruz que fundó con la ayuda e intervención de diversos religiosos, entre ellos, el Venerable P. Félix de Jesús Rougier y Monseñor Ramón Ibarra y González, Primer Arzobispo de Puebla.

Del encuentro fecundo de la Señora Concepción Cabrera y el Padre Félix Rougier nacen los Misioneros del Espíritu Santo, de donde se desprenden las Hermanas de la Vera Cruz Hijas de la Iglesia.  

Después de la muerte de Padre Félix Rougier Fundador y primer Superior General de los Misioneros del Espíritu Santo queda como sucesor el Padre Edmundo Iturbide Reygondaud, hijo muy amado de su corazón por compartir los inicios de la Congregación, además de un gran celo por la salvación de las almas, la Iglesia, el sacerdocio y María Santísima. Es el mismo padre Félix es el que en nombre de Cristo lo invita a ingresar como Misionero del Espíritu Santo.

La semilla de esta hermosa espiritualidad de la Cruz empieza a dar frutos en la iglesia:

El padre Edmundo Iturbide al Igual que otros Misioneros del Espíritu Santo es llamado por el Espíritu Santo a ser fundador.

Funda dos congregaciones religiosas:

El 14 de enero de 1938 junto con la Sierva de Dios madre Dolores Echeverría Esparza a las Misioneras de Jesús Sacerdote

Y el 3 de diciembre de 1952 con la Sierva de Dios madre Martha Christlieb Ibarrola de la Inmaculada a las Hermanas de la Vera Cruz Hijas de la Iglesia.

Dios sigue bendiciendo esta obra que Él  inició y sembró en los corazones de hombres y mujeres que decidieron abrazar su voluntad para ofrecerse como víctimas de amor en favor de la humanidad, en favor de sus hermanos.

Después de su muerte se ha cosechado el fruto que han dejado con su ejemplo y testimonio de vida y se presentan al mundo entero para ser testigos de esperanza y amor de Dios.

Concepción Cabrera, Félix Rougier, Moisés Lira, Alfonso Pérez, Ana María Gómez, Martha Christlieb, Pablo María Guzmán, Mons. Ramón Ibarra

Y aún hay más, conoce las 18 Instituciones que conformamos la Familia de la Cruz