etapas de formación

Postulantado

Etapa para acompañar, verificar y clarificar la vocación de la hermana, completando en la medida conveniente su formación humana y cristiana, para una transición gradual de la vida secular a la propia del noviciado. 

“Dichosa el alma que a Dios se entrega desde la mañana de su juventud, con que le podrá pagar a su Jesús tanto amor, haciéndose Santa”.

Padre Edmundo Iturbide Reygondaud, msps

noviciado

Etapa en que la novicia tiene una fuerte experiencia personal y comunitaria de Dios, conoce y vive los elementos esenciales de la Vida Religiosa y del carisma, para que pueda identificarse como Hermana de la Vera Cruz Hija de la Iglesia; se prepara libre y conscientemente a consagrarse a Él por medio de la Profesión Religiosa.

“Jesús mío, falta hoy exactamente un mes para que sea esposa tuya para el tiempo y la eternidad…”

Sierva de Dios Martha Christlieb Ibarrola

Juniorado

Etapa que transcurre desde la Primera Profesión hasta los Votos Perpetuos. En ella, la hermana consolida su vocación, vive con mayor plenitud la espiritualidad como Hermanas de la Vera Cruz Hijas de la Iglesia, continúa su formación religiosa, apostólica, doctrinal, intelectual y técnica, según sus aptitudes y se prepara para el compromiso definitivo de la Profesión Perpetua.

“Para el Padre sea una Hija muy dócil y confiada; para el Hijo sea una madre muy tierna y sacrificada y para el Espíritu Santo sea una esposa muy fiel y delicada”

Padre Edmundo Iturbide Reygondaud, msps

Segundo noviciado

Es la etapa de la preparación próxima a la Profesión Perpetua. Es un tiempo de profundo discernimiento sobre la vocación a la que han sido llamadas, de valorar el camino andado y la idoneidad par aun compromiso definitivo. En esta etapa se termina de madurar la opción y al hacerla, compromete el futuro en el Instituto. 

"Cuando te acerques a alguien repite siempre desde el fondo de tu corazón: Madre mía que quien me mire, te vea; que quien me recuerde, se acuerde de Ti”

Sierva de Dios Martha Christlieb Ibarrola

Formación
permanente

Es el camino que inicia a partir de la Profesión Perpetua en el que, a través de un proceso de maduración, cada hermana da continuidad a su formación, integra las diferentes etapas y dimensiones de su vida, está a la escucha del Espíritu Santo y en unión con María, se identifica con los sentimientos de Jesus hecho Iglesia, para vivir en fidelidad creativa su consagración, comunión y misión. 

“La vocación religiosa empezarla, continuarla y terminarla de rodillas. La vocación de ustedes es el AMOR”

Padre Edmundo Iturbide Reygondaud, msps